La Ciudad de la Luz, lo había escuchado muchas veces pero nunca me había parado a pensar en lo que verdaderamente significa, hasta que desde la última planta de la Torre Eiffel casi congelada de frío, con un viento feroz pegándome en el rostro, conseguí ver durante unos instantes mágicos una ciudad con la que siempre había soñado, iluminada hasta el infinito. Conseguí ver los barcos navegando por el Sena, divisé a lo lejos la Grande Roue sin adivinar que un par de meses más tarde cerraría sus puertas par siempre, después de funcionar durante 25 años siendo la Noria más grande de Francia.

A través del lente de mi cámara observé a la multitud que se movía como una marea de hormigas locas, sentí una sensación de miedo infundada por la tremenda altura (276 m) , o tal vez por la remota (pero presente) idea de un posible ¨atentado terrorista¨, todo esto a la par de una absoluta euforia por encontrarme en uno de los lugares más impresionantes y simbólicos de todo el mundo.
Desde allí recordé aquellas clases de historia de la Revolución Francesa; pensé en la moda y en el famoso croissant (tal vez por el hambre que tenía después de dos horas de cola), suspiré de nuevo con Amelie y sentí pena por Juana de Arco, incluso me vino a la mente aquella escena final del Codigo Da Vinci donde Tom Hanks llega hasta la Pirámide Invertida del Louvre y se arrodilla bajo el manto estrellado de la ciudad de París.
Sin saberlo desde pequeña había acumulado tantas ideas e imágenes de París, que una vez allí me sentí abrumada de tanta felicidad.

En este viaje improvisado queríamos aprovechar el tiempo al máximo, mi objetivo era visitar todos los lugares imprescindibles de París, y de paso hacer una escapadita a Disneyland. Tuve la fortuna de viajar a París con una gran amiga y compañera de viaje; mi hija de diez años. Teníamos poco volumen de trabajo y la empresa me sugirió disponer de una semana de vacaciones justo antes de Semana Santa (en marzo), así que miré billetes con la esperanza de encontrar algo económico y en efecto, tuvimos suerte.
Volamos con Ryanair desde el Aeropuerto de Oporto-Francisco Sá Carneiro hasta el Aeropuerto de Beauvais-Tillé, es un pequeño aeropuerto en las afueras de París, si voláis a este aeropuerto os vendrá bien leer este post con muchos tips COMO IR DESDE EL AEROPUERTO DE BEAUVAIS A PARIS .
Ambos billetes ida y vuelta nos valieron entorno a 150€ (las dos), aunque justo escribiendo este post he mirado en la web de Ryanair y he visto billetes para marzo (del 13 al 20) por 25,90€ ida y vuelta. Así que se trata de buscar con tiempo para dar con verdaderas ofertas de viajes.
LUGARES IMPRESCINDIBLES QUE VISITAR EN PARÍS
En cuanto llegamos a París compramos los tickets del metro, lo siguiente fue ir a dejar el equipaje en el hotel. En este viaje como iba con la peque consideré que era la mejor opción. Después de informarme y ver cuales eran las zonas más recomendadas para hospedarse en París, aproveché una oferta de Booking y reservé el hotel Diva Opera, en el distrito IX, desde ya os recomiendo este hotel; las habitaciones son pequeñas como en todo París, pero es muy acogedor, está bien ubicado y tiene un buen desayuno buffet, aunque bastante ¨caro¨. En cuanto hicimos el check-in lo primero que le pregunté a la recepcionista, que además era portuguesa y hablaba un español perfecto, fue como llegar a la Torre Eiffel.
De inmediato con el mapa del metro me explicó la forma más rápida de llegar a la Torre Eiffel, por suerte el metro tiene una estación muy cerca, así que fue tan sencillo como ir en dirección a la parada del Trocadero que es la más próxima a la Torre Eiffel. El metro allí funciona de maravilla y está todo muy bien señalizado.
LA TORRE EIFFEL: AMOR A PRIMERA VISTA

Recuerdo que al salir del metro caminamos unos pasos y luego doblamos, fue en ese momento que la vimos a lo lejos, siendo el centro de todas las miradas y de miles de flashes de turistas de todo el mundo. Después de sacar varias imágenes mi hija se subió a un lado de la escalera, porque ella quería sacarse una foto justo allí, pero en un instante mientras contemplaba los Jardines del Trocadero y la Torre Eiffel, pude tomar esta fotografía, que para mi tendrá siempre mucho valor, porque cuando ella crezca le recordará su primer encuentro con La Dama de Hierro.
Para subir a la Torre Eiffel suele haber cola siempre, nosotras no llevábamos las entradas compradas, las podéis adquirir allí mismo en la taquilla, pero cuidado porque en épocas de mucho turismo se pueden agotar. En la web oficial podéis comprarlas también, hay muchas empresas que las venden como parte de excursiones, o con pase prioritario (sin hacer cola) y por eso los precios pueden variar.
Hay dos tipos de entradas; con una tenéis acceso al primer y segundo piso, mientras que con la otra hacéis cumbre (hasta la cima).
La subida es impresionante, en un ascensor de cristal donde entra un grupo de 50 personas o más, una parte de mi sintió miedo, porque a medida que subes ves como todo se hace diminuto, mientras sientes el abrazo del hierro, pero tenía claro que subir a la Torre Eiffel es de esas cosas que se hacen, tal vez, una vez en la vida, así que me armé de valor y compré las entradas hasta la cumbre. Cada minuto de esa experiencia valió la pena.
Se nos hizo de noche en la cola así que subimos ya tarde, pero sin pretenderlo fue un gran acierto, porque las vistas de París iluminado desde esa altura no tienen comparación, no sé si he visto algo más hermoso. Eso sí, menudo frío pasamos, la sensación de congelación en mis dedos era brutal, a pesar de lo abrigadas que íbamos.

Precios de la entrada a la Torre Eiffel:
Precio de la entrada al primer y segundo piso en ascensor (se puede subir por la escalera también).
- Adultos: 16€
- Jóvenes (12-24 años) : 8€
- Niños (4-11 años): 4€
Adultos: 25.50€
- Jóvenes: 12.70€
- Niños: 6.40€


Frente a la Torre hay un pequeño puesto de creps que os lo recomiendo, la que más nos gustó fue la de plátano con nutella, pero hay de muchos otros tipos, además de bocadillos, agua, refrescos y muchas otras opciones a precios razonables.

El día que visitéis la Torre Eiffel os sugiero para aprovechar el tiempo al máximo, dar un largo paseo por los Campos Elíseos, recorriendo desde el Arco de Triunfo hasta la Plaza de la Concordia. Estos tres lugares también son de obligada visita en vuestro viaje.
VISITAR EL ARCO DE TRIUNFO
El Arco de Triunfo es junto a la Torre Eiffel uno de los monumentos más visitados de toda la ciudad, Napoleón ordenó su construcción en 1806 para representar las victorias del ejército francés. El Arco de Triunfo además de ser un símbolo de la capital francesa, es también un mirador, se puede pagar una entrada para acceder a su interior y luego podéis subir los 286 escalones, dicen que la vista merece la pena; no lo dudo, pero con mi lesión de rodilla no quise tentar a la suerte. Desde abajo la vista es también preciosa.
Precios de la entrada a el Arco de Triunfo:
- Adultos: 12€
- Menores de 18 años: entrada gratis
- Jóvenes entre 18 y 25 años: 9€
- Entrada gratis con el Paris Pass y el Paris Museum Pass.
Una de las cosas que lamento muchísimo es que con tanta prisa por llegar a la Torre Eiffel, no llevé batería de repuesto para la cámara y el móvil iba también con lo justito, así que cuando llegué al Arco de Triunfo no pude sacar ni una foto, casi rompo a llorar, pero como os quiero compartir alguna he hablado con una amiga y aquí os traigo esta fotito súper chula de su visita al Arco de Triunfo.

¡Gracias Alba!
VISITAR LA CATEDRAL DE NOTRE DAME
Si viajas a París es casi obligatorio visitar la Catedral de Notre-Dame, esta catedral de estilo gótico es una de las más famosas y reconocidas de todo mundo. A lo largo de los siglos fue protagonista de múltiples historias, donde destaca la obra de Victor Hugo Nuestra Señora de París, que cuenta la famosa historia de Quasimodo y la gitana Esmeralda. Supongo que más de uno habrá visto la adaptación infantil de Disney.
La Catedral de Notre Dame la visitamos una mañana, como parte de un free tour que hicimos con Civitatis, ya os publiqué antes una entrada con el tema de los famosos free tour, contándoles nuestra experiencia en Praga con Unity Tours, luego os trasmitiré impresiones también de Civitatis. Pues en nuestro caso nos hizo un día increíble, había frío pero con solazo.
Realmente es una catedral muy bonita, llaman mucho la atención los detalles en los arcos de las puertas, los santos en la fachada con las caras de los propios escultores (una historia que luego tendré que contaros), los preciosos vitrales de su interior, aunque reconozco que esperaba algo más, puesto que he visitado otras catedrales del mundo que sin ser Notre Dame, me han impresionado mucho. Esta catedral a lo largo de los siglos fue víctima de numerosas transformaciones, el último proyecto de restauración tuvo lugar en el año 1991 y duró cerca de diez años.
La entrada a la Catedral de Notre-Dame es gratuita, veréis en muchas páginas como Get Your Guide visitas guiadas, y esas lógicamente tendrán un precio, pero si leéis un poco por vuestra cuenta luego podéis visitarla sin tener que pagar nada. Hay zonas dentro de la catedral para las que si es necesario pagar una entrada, os dejo los precios a continuación:
- Entrada a la Catedral: gratuita
- Entrada a las torres : 8,50€ (adultos) Los menores de 18 años y los ciudadanos UE entre 18 y 25 años también suben gratis.
- Entrada gratuita con Paris Pass y Paris Museum Pass.
- Entrada a la cripta: 7€ (adultos) Los jóvenes entre 14 y 26 años: 5€. Los menores de 14 años entran gratis.
(Con el Paris Pass y el Paris Museum Pass también entran gratis a la cripta)
Subir a las torres es muy recomendable por las vistas que hay desde allá arriba y también porque podrás ver las famosas gárgolas de Notre Dame mucho más de cerca, lo único es que en muchas ocasiones se hacen largas colas para subir, así que dependerá de vuestras prioridades y del tiempo que tengáis.
Cuando organicéis vuestra visita a Notre Dame os sugiero recorrer andando el resto de lugares de interés histórico- cultural, que están relativamente cerca. Pero quiero hablaros de uno en particular, que sin ser el más conocido por los turistas, es un sitio que merece una visita; os hablo de la Sainte-Chapelle.

VISITAR LA SAINTE CHAPELLE
En dos ocasiones durante nuestro viaje intentamos visitar la Sainte Chapelle, o la Capilla Sagrada, que fue mandada a construir por Luis IX de Francia. La primera vez fuimos muy tarde y no pudimos entrar por que justo iba a cerrar, la segunda nos coincidió con una huelga y ya no hubo tiempo para una tercera.
Curiosamente me recomendó visitar este lugar mi tía, que lo visitó hace unos años y le gusto muchísimo, ya que alberga algunas de las reliquias más preciadas de la cristiandad y tiene los vitrales más alucinantes que os podáis imaginar. Los vitrales solo los he visto en fotos, pero son una obra de arte, cuando regrese a París la Sainte Chapelle será una de mis primeras paradas. ¡A la tercera va la vencida!
Mientras os dejo aquí la web donde tenéis más información y las tarifas de la Sainte-Chapelle.

Os dejo una lista con otros sitios cercanos que de paso podéis visitar en esta zona, si os pilla la hora de comida el Barrio Latino tiene lugares muy buenos y económicos para comer, algunos incluso con menú por 10-12€.
- El Barrio Latino
- La plaza de la Universidad de la Sorbona
- Los Jardines de Luxemburgo
- El Panteón de París
- La fuente de Saint-Michel
BARRIO DE MONTMARTRE: El SACRÉ COEUR
El barrio bohemio de Montmartre está en el distrito XVIII de París y creo que es uno de los barrios más pintorescos que vais a visitar en vuestra vida, pero cuidado porque no es el más seguro, aún así es uno de los ¨must¨del viaje a París.
Para visitar Montmartre contraté una excursión con Civitatis, porque es una zona con muchísimo ambiente, pero también con mucha delincuencia, a pesar de esto cada vez hay más turistas deambulando por sus calles. En Montmartre hay muchos lugares imprescindibles para visitar, además abundan los locales molones, donde cabe destacar el famoso café de la película Amelie (Café des Deux Moulins), el lugar siempre está lleno de gente sacando fotos, aunque tened en cuenta que es un sitio bastante caro.
El plato fuerte del barrio de Montmartre es la famosa Basílica del Sacré Coeur, que asoma su cúpula blanca al final de la colina. Caminar por las callejuelas de Montmartre fue algo que disfrutamos muchísimo, allí compramos algunos souvenirs, comimos unos bocadillos buenísimos y encontramos los macarons más ricos y baratos de todo París.

Al Sacré Coeur de Montmartre subimos en el funicular, que cuesta 1.90€ igual que el metro y tarda menos de dos minutos, de lo contrario si os apetece hacer un poco de ejercicio pueden optar por subir los 200 escalones hasta la cima, simplemente tardarán un poco más. También pueden subir al funicular sin pagar nada, utilizando las tarjetas Paris Visite, Tarjeta Navigo o Paris Pass.


En Montmartre hay muchos otros sitios para visitar, uno de los más conocidos mundialmente es el Moulin Rouge, que si os soy honesta es más nombre y fama que otra cosa. El Moulin Rouge es un molino pequeño con un bonito color rojo y unas llamativas luces de noche, pero no es lo que esperaba, me hubiese gustado ver alguna función, pero no hubo tiempo para tanto. Justo enfrente del Moulin Rouge hay un Starbucks, donde aprovechamos para tomar algo y recuperar fuerzas.

En nuestro recorrido por Montmartre visitamos muchos otros sitios que os dejo a continuación a modo de sugerencias para vuestro viaje.
- Cementerio de Montmartre
- Moulin de la Galette
- Au Lapin Agile (El Conejo Ágil, es el cabaret más antiguo de todo París situado en el número 22 de la calle Saules)
- Place du Tertre (Plaza de los Pintores) y Le Bateau-Lavoir
- Place Pigalle
- La casa de Vincent Van Gogh (En el número 54 de la calle Lepic)
Un detalle que me gustó mucho es que en el ventanal de la casa con puertas azules, donde Van Gogh vivió dos años (1886-1888) en el bohemio Montmartre, hay siempre colocado un jarrón con girasoles, un pequeño guiño a ese gran artista que pintó muchas de sus grandes obras desde el corazón de este barrio parisino.


Como podéis ver son muchos los lugares imprescindibles que hay que visitar en París, hay quien organiza una escapada de dos o tres días para conocer la capital francesa, sin embargo es recomendable un viaje de al menos una semana. Existen muchas formas de abaratar costes, viajar en grupo, hacer free tours, rentar apartamentos, comprar en el supermercado. París es una ciudad cara, eso es una realidad, pero si se organiza el viaje con tiempo puede resultar mucho más económico.
Mientras escribía el post comprendí que tendría que dividir un poco el contenido porque hay mucho que contar, así que esta es la primera parte, porque aún quedan varios lugares imprescindibles que visitar en París, así que en la segunda parte os enseñaré los puentes parisinos; el Pont Neuf y el Pont des Arts, visitaremos los Jardines de Tullerías, la increíble Ópera Garnier y por supuesto, os contaré nuestra peculiar visita al Museo del Louvre, que fue toda una aventura. Puedo afirmar con certeza que el Museo del Louvre es uno de mis lugares favoritos de todo el planeta, a pesar de que me llevase un ¨buen susto¨, si tenéis curiosidad no os perdáis el siguiente post de París.
¡No hay mejor manera de empezar el año!

Increíble post..ya estoy deseando conocer Paris y por supuesto ya tienes una suscriptora más 🙂
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¡Gracias Tamara! Te va a encantar Paris ya veras, me alegra te gustase el post, ya estoy escribiendo la segunda parte del viaje que fue una aventura total. Gracias por leerme y por comentar!!! Un abrazo viajero para ti…
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Me ha encantado!! He de decir que siempre quise ir a notre Damm por Quasimodo jejeje la verdad que es un lugar maravilloso y estoy deseando leer ya el siguiente post. Publícalo ya!! ☺️
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¡Gracias Rosy! me alegro que te gustase, ya estoy escribiendo la segunda parte, asi que en nada la publico…
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Me ha encantado el post! Precioso París! Gracias Gretta!
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Ya sabes! A organizar ese viaje… París nunca defrauda, da igual la época del año, un besazo guapa!
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