Por Rafael Vázquez Gálvez

Voy a llenar mis sentidos para escribir sobre Madrid, me apetece hacerlo, en estos días en los que el coronavirus nos ha encerrado y uno comienza a extrañar como loco a esa otra gran casa que es esta ciudad. Voy a inundar el olfato con las ventanas abiertas, para intentar descubrir ese olor a parque de El Retiro , donde mi perro quiere correr todos los días, donde mis amigos se inventan picnics en invierno, o donde un loco me cantó una vez aquella canción de Sabina…

Quiero escribir para todos los que ya la conocen, los que vendrán a visitarla o los que como yo puede que terminen enamorándose “en y de” Madrid, y este mensaje llegue a los que estamos en casa y somos pioneros en este sentimiento de extrañar una ciudad estando dentro de ella. Juntos hagamos que este tiempo sirva para algo…y pongamos que hoy sirva para hablar de Madrid.
Esta ciudad no se visita, se vive, por eso cuesta tanto verla “dormida”, sin que corra la gente como loca a cualquier sitio, sin que haya un evento, una feria, una fiesta, un concierto, un teatro, por eso, estas palabras van a despertarla, como el sueño de un viajero fantasma. Voy a (des) escribir el “Madriz” de siempre: irreverente y majestuoso; canalla y real… y voy a hacerlo a modo de homenaje, reviviendo en fotos aquellos días que una viajera especial llegó por primera vez a esta ciudad y yo quise regalarle lo mejor de Madrid. Esa viajera es mi madre.

Un abrazo nos fundió en el Aeropuerto de Barajas, y fue como un sueño tenerla en Madrid. Para salir de la Terminal 2 hacia la ciudad tomamos el autobús “exprés” (5 euros, conecta todas las estaciones del Aeropuerto y llegas hasta la estación de Atocha en 40 min aproximadamente).
Bajamos en la parada de la calle O’donell, que es la más cercana a mi casa, ubicada en la zona del Retiro. Después de dejar las maletas, millones de besos y un buen café, salimos a recorrer la ciudad de Madrid. Cada día de los siguientes fueron de turismo “a full”. Era un invierno cualquiera de Madrid y nunca dos personas fueron tan felices desandando una ciudad.

Madrid se disfruta mucho caminando. Por eso, yo traía varias rutas organizadas a las cuales tuve el atrevimiento de hasta ponerles nombre, por lo que espero que sean de utilidad para nuestros caribúes, porque más temprano que tarde ¡Volveremos a viajar!
Rutas para conocer Madrid
- Madrid Monumental: Parque de El Retiro/Puerta de Alcalá/ Cibeles /Círculo de Bellas Artes/Puerta del Sol.
Imprescindibles: el Palacio de Cristal , un café Capuccino frente a la Puerta de Alcalá. Una foto con la fuente de Cibeles de fondo y el Ayuntamiento de Madrid, luego subir a la azotea del Círculo de Bellas Artes (las vistas son espectaculares). Bajar la calle Alcalá hasta la Puerta de Sol y llegar hasta la Estatua El Oso y el Madroño.

El Oso y el Madroño, símbolo de Madrid.
- Madrid Bucólica: Paseo del Prado/ Barrio de las letras/ Plaza de Santa Ana.
Es una ruta de arte, donde el viajero sueña entre museos y libros para luego terminar en la Plaza de Santa Ana, con sus terracitas para tomar el aperitivo. Obvio que merece muchísimo la pena el Museo del Prado y luego desandar el Barrio de las Letras que es una verdadera maravilla. En la Plaza de Santa Ana se encuentra una estatua peculiar y la terraza del Hotel Me Madrid nos ofrece el panorama desde el aire.

- Madrid Cosmopolita: Gran vía/ Callao/ Plaza de España.
Esta ruta es un emblema de la ciudad, y se explica sola. Gran Vía es una delicia para aquellos que no paran de soñar: teatros, cines, tiendas, luces. También puede disfrutarse desde las alturas con las vistas del Club Gourmet, en la última planta del Corte Inglés de Callao y con una buena oferta gastronómica para disfrutar. Al llegar a Plaza de España, el complejo escultórico de nuestro Cervantes nos abraza, con un Quijote y Sancho mostrando el camino. Para terminar la ruta, el Hotel Riu Madrid tiene las mejores vistas panorámicas de la ciudad, ideal para ver el atardecer y sacar algunas fotos.

- Madrid Histórica: Palacio Real /Catedral de la Almudena/ Barrio de La Latina.
Aunque todas las rutas tienen su punto de historia, esta sin dudas, nos traslada en el tiempo. La grandeza barroca clasicista del Palacio Real, así como el vasto tesoro artístico que posee, nos hipnotizan siempre. Muy cerca, en la misma calle Bailén, se encuentra la Catedral de la Almudena, sede de la Archidiócesis de Madrid. Para poner broche de oro, nos encontramos en el barrio de La Latina, el más castizo de la ciudad un festín para los amantes de una buena tapa y una o mil cañas.

Aquí comienza el Madrid de las calles y los barrios, como si coincidieran mil países en una ciudad y esto da para más rutas que prometo regalarles en la siguiente entrega donde también hablaremos de la noche madrileña.

Nos quedan pendientes las siguientes rutas:
- Madrid Diversa: Barrio de Chueca, calle Fuencarral, Malasaña.
- Madrid Glamour: Calle Serrano, Goya, Plaza de Colón, Paseo de la Castellana.
- Moderna y “Real”: Estadio Santiago Bernabéu, Plaza de Castilla, Torres
- de Madrid.
- Madrid Clásico y Gourmet: Calles Ibiza, Menéndez Pelayo y Barrio de Salamanca.
Nos ha encantado 🥰 un post con mucho sentimiento, se nota en cada palabra. Y los títulos de los recorridos están muy bien 🤗
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La verdad es que si!!! 🤗 Y que ganas tenemos todos de volver » on the road» … espero que la gente se anime cuando se pueda a retomar los viajes, y Madrid con lo que ha sufrido necesita nuestro apoyo. Un abrazo virtual!!!
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Qué post tan bonito! Me ha gustado mucho! Preciosa Madrid ❤️
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Hola María!!! Muchas gracias por tu comentario, Madrid es una bellísima ciudad, espero que cuando está tormenta pase el mundo entero se anime a visitarla. 🤩
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